Se recomienda tomar entre 3 y 4 tazas de café diarias. Esto para evitar que el café tenga efectos contraproducentes como ansiedad o gastritis. Con un vaso de café después de cada comida tenemos más que suficiente energía para seguir con nuestro día felices y activos.
Además de sus ya conocidos beneficios estimulantes, el café es un prebiótico que alimenta la flora bacteriana y nos protege de contraer enfermedades. También estimula la secreción gástrica, activa la producción de bilis y contrae la vesícula, con lo que el café se vuelve digestivo si se toma después de las comidas.