No sólo para ayudar a la naturaleza y a reducir nuestra producción de residuos, sino por comodidad personal y hasta financiera, tener un termo de café es una solución práctica a un problema común. Pero, entre tantas opciones en el mercado, ¿cómo podemos elegir el mejor termo para café?
Primero que nada, hay que saber que lo importante de un termo es que mantenga la bebida a la temperatura deseada el mayor tiempo posible. Si tu termo no aguante más de unos minutos sin que tu café se enfríe, no tienes un termo, tienes un vaso glorificado. La mayoría de los termos indica cuánto tiempo dejan una bebida caliente o fría, y eso depende de cómo esté fabricado. Los mejores termos tienen doble capa y están aislados al vacío, para que una no se toque con la otra, lo que evita la pérdida de calor.
Por otro lado, debes ver la practicidad. Para eso, necesitas decidir si quieres un termo que guarde mucha bebida, pero que sea poco práctico o que puedas llevar con facilidad, pero que no le quepa mucho. Ve cuál es tu prioridad. Eso también nos lleva a que puedes tener un termo con o sin asa, dependiendo de qué uso le vayas a dar y en qué circunstancias. La mayoría de los termos para café cuentan con un asa y con una apertura de boquilla mínima, para evitar quemaduras.
Lo último en lo que te tienes que fijar es en detalles estéticos. ¿El color te gusta? ¿El diseño? ¿Va con tu personalidad? Si ya tienes un termo que te funciona, pero no te gusta, es momento de buscar uno que cumpla con todas tus necesidades; después de todo, la parte difícil ya la hiciste.